¿Qué consecuencias trajo la reforma de Lutero?

Alemania se dividió, unos a favor y otros en contra de Lutero. Los nobles se lanzaron al asalto de las tierras eclesiásticas, en nombre de la igualdad de los hombres ante Dios. Los campesinos pobres se sublevaron contra los señores que los explotaban. Y todo en nombre de la Palabra de Dios. Lutero invitó a los señores a matar a los revoltosos, al no poder aplacar a los campesinos. ¡Fue una guerra atroz! Después del cisma de Lutero vinieron muchas otras separaciones en la iglesia. Hagamos un recuento de ellas.

 a) Los anabaptistas predicaban la necesidad de un nuevo bautismo, que debían recibirse en edad adulta; por lo mismo no admitían el bautismo de los niños. Coincidían con los luteranos en afirmar que sólo la fe salva y en decir que la eucaristía sólo tiene valor de memorial. Pero se diferenciaban de ellos en que rechazaban toda autoridad, no sólo eclesiástica sino también civil, pues los vueltos a bautizar formaban una comunidad de iguales. De esta corriente fue Thomas Münzer que promovió la guerra de los campesinos, y Jan Bochelson que se proclamó rey de Münster y permitía la poligamia.

b) Calvino , laico francés, se adhirió a las nuevas ideas reformistas, pero desarrolló una doctrina propia sobre la predestinación, según la cual Dios ya tiene predestinados a unos para el cielo y a otros para el infierno, independientemente de sus obras.

c) Zwinglio, fascinado por las ideas de Lutero, defendió la Escritura como única fuente de la verdad en la iglesia, criticó el culto a las imágenes, el celibato impuesto a los sacerdotes, y llegó hasta a negar el sacramento de la eucaristía. En Zurich secularizó los conventos y promovió la liturgia en alemán.

d) Juan Knox, sacerdote católico escocés, se dejó seducir por las ideas reformistas y fundó la iglesia presbiteriana. Perseguido en su tierra, se refugió junto a Calvino.

 e) Enrique VIII, rey de Inglaterra, al no obtener del papa la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón, siguió el ejemplo de protesta de Lutero proclamando la independencia de la Iglesia anglicana, y constituyéndose él mismo en su cabeza. Santo Tomás Moro, canciller del reino, siguiendo el dictamen de su conciencia prefirió morir antes que aceptar las disposiciones separatistas y divorcistas del rey Enrique, que a toda costa quería del papa Clemente VII el divorcio de Catalina de Aragón para contraer matrimonio con Ana Bolena. Así, pues, Enrique VIII se autonombró jefe espiritual de la iglesia inglesa y amenazó con la pena de muerte a aquellos súbditos que no lo reconociesen como tal. También fue condenado a muerte el cardenal Juan Fisher y otros. La hija de Enrique VIII y de Catalina de Aragón, María Tudor, al convertirse en reina, restableció el catolicismo y procedió a más de 200 ejecuciones de protestantes; hecho éste que le valió el nombre de María la sanguinaria. La reina Isabel (1558-1603), hija de Enrique y Ana Bolena, volvió a borrar el catolicismo del reino inglés reduciéndolo a las catacumbas y estableció definitivamente el anglicanismo.